Es
uno de esos misterios de la tecnología actual: los smartphones se han
convertido en pequeños ordenadores de bolsillo, con tecnología punta en
pantalla, diseño y software. Y, sin embargo, siguen teniendo la misma
pésima batería
que hace décadas. O incluso peor: lo que se ha ganado en
funcionalidades se ha perdido en batería. Sin avances a corto plazo en
el terreno de las baterías,
lo único que nos queda es seguir algunos trucos para administrar bien
esas preciadas barras de energía en el móvil. ¿Cómo? Ahí van algunos
consejos prácticos.
Lo de
ajustar bien el brillo de la pantalla, no utilizar el GPS, el 3G o la
conexión WiFi cuando no lo necesites y demás ajustes lo damos por hecho.
Ahí van algunos "trucos" adicionales:
Carga el móvil sin miedo
Habrás oído hablar decenas de veces del efecto memoria de las baterías,
eso de que si cargas una batería antes de que se haya agotado por
completo la carga, reduces la vida útil de la misma. Olvídalo, es falso.
Al menos para las baterías de ion de litio, que son las que vienen en
la gran mayoría de los móviles.
A
diferencia de las baterías de níquel cadmio, que sí se ven afectadas por
el efecto memoria, las de ion de litio se pueden (y se deben) recargar
siempre que puedas. Lo ideal es que en cuanto bajen del 50% de carga,
enchufes el móvil si tienes la posibilidad. Es bueno que lo dejes
descargarse por completo al menos una vez al mes, para "calibrar" la batería, pero no más.
Con las
baterías de ion de litio tampoco es recomendable cargarlas siempre al
100% ni dejar el móvil enchufado durante mucho tiempo una vez ya se ha
cargado. Lo mejor para estirar al máximo su vida útil es dejar de
cargarla cuando está al 80%-90% y volver a ello cuando esté alrededor
del 40%.
Ojo con el calor
El peor enemigo de las baterías de ion de litio es el calor. La batería de tu smartphone se gastará mucho más rápido si el móvil se calienta,
bien por temperatura externa o bien por uso continuo en juegos o
visualización de vídeos, por ejemplo. Está demostrado: a una temperatura
media de 0º centígrados, una batería de ion de litio perderá un 6% de
su capacidad máxima anual; a 25º centígrados, perderá un 20% anual; y a
40º C de media, perderá un 35% anual. Es imposible mantener un móvil
siempre a cero grados, pero sí podemos ser cuidadosos de no dejarlos a
la luz del sol durante mucho tiempo o encerrados en la guantera de un
coche en pleno verano.
Utiliza aplicaciones de ahorro de batería
Hay algunas
aplicaciones de análisis del uso del móvil que son realmente buenas a
la hora de hacer ajustes automáticos para ahorrar batería. Un ejemplo: BatteryGuru
para Android. Este programa analiza el uso que haces de todas las
aplicaciones del móvil y del WiFi (cuántas veces te conectas a cada app,
cuánto tiempo, si es por WiFi o no...). Tras dos días, realiza ajustes
automáticos al móvil, cerrando aplicaciones en segundo plano que no
utilizas u optimizando el uso del WiFi versus 3G. Solo funciona con
smartphones con procesador Snapdragon de Qualcomm, pero son la mayoría
de los móviles de gama alta y media. Merece la pena probarla.
Evita los cargadores inalámbricos
Los
cargadores inalámbricos pueden ser muy cómodos, pero tienen un pequeño
inconveniente: generan calor, debido a que parte de la energía se pierde
en el proceso de inducción. Eso, a la larga, acaba reduciendo la vida
útil de la batería del móvil por el motivo del calor que comentábamos
antes. Al menos en lo que a cuidado de batería se refiere, los
cargadores de cable de toda la vida son más aconsejables.
Si no vas a utilizar el móvil un tiempo, déjalo cargado
Aunque no
pierden carga de forma tan dramática como las de níquel cadmio, las
baterías de ion de litio también pierden energía poco a poco cuando se
almacenan durante mucho tiempo. Una batería convencional sin usarse
pierde alrededor de un 10% de su carga cada mes.
El problema
aquí es que las baterías que se agotan completamente y se quedan en
cero de manera prolongada se vuelven inestables, y pueden incluso ser
peligrosas si se intentan volver a cargar. Algunos fabricantes hasta
dotan a sus baterías de sistemas de seguridad que hacen que dejen de
funcionar para siempre si su carga llega a cero. Mantén tu batería con,
al menos, el 40% de carga si va a estar en el cajón muchos meses y así
seguirá viva cuando vuelvas a utilizarla.
No fuerces la batería demasiado
Una batería
sana dura entre tres y cinco años. En ese tiempo es más probable que
hayas cambiado de móvil antes de que la batería llegue al final de su
vida útil, así que no debes preocuparte por pequeños maltratos como
dejar el teléfono siempre encendido por las noches. La cuestión es,
simplemente, ser un poco cuidadoso y no poner el móvil a tostarse al sol
dentro del coche, o someterlo a la tortura de cargarlo y descargarlo de
cero a cien cada día. Tu batería te lo agradecerá.
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